lunes, 10 de mayo de 2010

Domingo

Una mañana de domingo
de invierno al sol.
Descalza.
En una reposera verde
con un perro gigante que
me acerca su cabeza para acariciar.
Una mañana helada
pero llena de sol
debajo del timbó
con el mate humeando,
el diario del domingo abierto
en mi falda,
el olor a lavanda,
el murmullo del río cerca.
Una mañana de
sol de
invierno
con un colibrí detrás mío,
una abeja,
el pasto verde alrededor
y un ovejero alemán que
me apoya su cabeza para que
la acaricie.
Una canción de Compay
que viene de la cocina en donde
el almuerzo está
comenzando a existir.
Un pájaro que mira
escondido entre las ramas
de los eucaliptos.
Un bicho bolita
acurrucado en la galería.
Un sorbo de agua caliente y
entre la yerba,
mojada,
la felicidad.

5 comentarios:

  1. Hermoso poema, tan simple y hermoso así como la felicidad.
    De pasada te dejo mi intento de algo...
    Saludos!

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  2. ce:

    cuando el río suena, porque el río suena,
    cuando la yerba va hinchando a ritmo de una chamarrita imaginaria cantada por Compay,
    cuando un domingo de mañana la naturaleza te habló a través de un bicho bolita,
    entonces... las palabras comienzan a caerse solitas de tus bolsillos y yo me pongo tan contento...

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  3. estuve ahí. ese domingo. con vos. muy buen relato!

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  4. Hola CE,creo imaginarme el lugar,es hermoso,no.

    Yo deje de fumar un primero de enero de 1991, pero no he podido dejar de tomar mate hasta hoy.
    Lo tomo de todas las formas posible,acompañado de tarta de manzanas,etc.Si la personita que me acompaña es muy grata mejor.o sino solo como siempre............
    Muy bello lo tuyo,te mando un gran abrazo.

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  5. Ay, me hace mucha gracia que yo tengo un post que también se llama "Domingo" pero, habla precisamente de lo opuesto! Igualmente ahora descubro que la gran diferencia entre el tuyo y el mío está en el momento del día en el que cada uno sucede.

    Una belleza este retrato de felicidad chiquita, felicidad al fin.

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